sábado, 18 de julio de 2009

GRIPE H1N1. UN ARTÍCULO GEOGRÁFICO


Fuente del gráfico: Diario La Nación.

Cuando el pánico es peor que la enfermedad
Artículo del Lic. Roberto Landa.

Ante una noticia de relevancia uno intenta informarse. Cuando dicha noticia deja de ser objetiva para transformarse en amarilla (aquéllas que exageran los hechos para causar mayor impacto en el público), uno se interesa por comprender las razones de ello.

En mi práctica docente, cuando intento explicarles a mis alumnos la relación entre los conceptos de riesgo, amenaza y peligro, invariablemente se concluye que el riesgo es función de una amenaza o un peligro, y de las condiciones de vulnerabilidad que presenta esa unidad social. Ambos factores del riesgo son dependientes entre sí, pues no existe peligro sin vulnerabilidad y viceversa. Los factores de riesgo son producto de procesos sociales, de los modelos de desarrollo que se aplican en un territorio y una sociedad determinada.

En la actual emergencia sanitaria que vive nuestra sociedad en conjunto, se observan claramente las relaciones existentes entre estos conceptos. El riesgo de un contagio masivo por el virus de influenza o gripe A, H1N1 está dado tanto por el nivel de peligrosidad que puede presentar dicha enfermedad, como por las condiciones de debilidad que presenta la sociedad ante la misma y la incapacidad para hacer frente y reponerse de sus efectos (vulnerabilidad). El grado de vulnerabilidad que presente la sociedad va a determinar la intensidad del desastre o el daño que cause dicha enfermedad.

Cuando uno intenta encontrar respuestas a interrogantes que nos permitiesen comprender una problemática social como ésta, se encuentra con contradicciones, desconciertos, confusiones y una cuota importante de ignorancia e inoperancia. Y no hablo de la población en general, sino de quienes deben dar explicaciones claras y precisas.

Es por ello, que me tomo la atribución de realizarles algunas preguntas, buscando a quién pueda responder alguna de ellas, para esclarecer alguno de los tantos puntos oscuros que tiene esta problemática que vivimos actualmente.

¿El hecho que una enfermedad sea considerada Pandemia por la OMS, es suficiente para determinar o catalogar el grado de peligrosidad de la misma? ¿La peligrosidad de la gripe o influenza estacional, que año a año golpea a nuestra población y a todo el mundo, siendo una verdadera pandemia generalizada en todos los rincones del planeta, no era suficiente años antes para realizar las mismas acciones que se toman actualmente? ¿Los casos mortales de esta nueva cepa de influenza, hasta ahora alrededor de 135 casos confirmados, son más importantes que las 3500 muertes que deja cada año en Argentina los casos de gripe estacional y sus complicaciones respiratorias, junto a 20.000 internaciones por la misma causa?[1].
Otros tipos de “endemismos” que tiene nuestro país, tanto en sentido médico – Mal de Chagas, Dengue, HACRE, etc.–, como en sentido social –accidentes de tránsito, alcoholismo, drogadicción, pobreza, desnutrición, etc. etc. etc. –, ¿no merecen la misma atención y preocupación de parte de nuestros gobernantes y de la sociedad en conjunto?. ¿O podemos pensar que existen “epidemias” que no distinguen por condición de clase social – la temida “gripe porcina” – y existen otras que son exclusivas de algunas de ellas?

Es interesante observar las reacciones que genera el pánico social. Como el apresuramiento de clases pudientes corriendo a comprar las reducidas dosis del antiviral Tamiflú (oseltamivir), a “escasos” 140 pesos la tableta. El Tamiflú es uno de los medicamentos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado como efectivos para reducir los efectos de la influenza (tanto la gripe porcina como la aviar), pero no la cura de la misma. Ante ello, me comienzo a preguntar. Es el único antiviral del mercado que sirve para esta enfermedad? ¿Por qué se venden en farmacias, cuando en el país existen una cantidad limitada, y se le deben suministrar solamente a los enfermos con dicho virus (porque si uno no padece la enfermedad no tiene ningún efecto su consumo)? El gasto de 1.000 millones de pesos por parte del Gobierno, no incluye el suministro en forma gratuita de dicha droga a quienes la padecen? ¿No existen antivirales a menor precio? ¿Por qué es el más efectivo el que comercializa una farmacéutica multinacional como la helvética Roche? Porque es el mismo producto que compró sus derechos de patente a otra farmacéutica ante el “flagelo mundial” que se desataba en su momento con la temible Gripe Aviar. Porque esta empresa informa que realizará “descuentos” a los países menos desarrollados, cuando en Europa se comercializará entre 5 y 6 euros por diez cápsulas de 75 mg. y en Argentina se compra a 40 dólares. ¿Por qué esta empresa recomienda al Banco Mundial realizar préstamos a los países pobres para que puedan comprar su “panacea”? [2] ¿Además de explotarlos y expoliarlos económicamente, ahora le generan deuda externa a cambio de salud?

Cuando el pánico y el miedo se generalizan, la sociedad se paraliza. Y ante la inmovilidad, el desconcierto y el desorden. El resultado es una sociedad desorganizada, desinformada y rehén de medios de comunicación que hasta hace solo unos días el principal problema de Argentina era un acto eleccionario, y se acordaba de la comunidad wichí luego de cuatro años (¿la retención de sus documentos de identidad es el único problema que tienen esas comunidades como para olvidarse de ellas nuevamente hasta dentro de unos años?; los aludes de Tartagal y el dengue en Charata solamente son noticias nacionales por una o dos semanas, ¿sus problemas desaparecen como ellos de los medios?)
Esto nos demuestra que nos encontramos en una sociedad con un nivel de vulnerabilidad muy elevado. Retornando al principio de esta nota, un desastre se puede atacar minimizando el peligro o reduciendo la vulnerabilidad. Queda claro que una forma racional y lógica de minimizar el riesgo de que se produzca un evento extremo, es llevando calma a la población, informándola oportunamente, no dejando lugar a dudas o cuestionamientos y, fundamentalmente, trabajando para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Pero parece ser que, en la Argentina del siglo XXI, la lógica y el razonamiento son bienes escasos y de exiguo valor.

[1] La gripe causa cerca de 3.500 muertes anuales en el país. Nota publicada por la Agencia Telam el día 15 de mayo de 2008.

[2] La farmaceútica Roche anunció una baja de precios para su antiviral contra la gripe A. Diario Clarín. Suplemento iEco. Miércoles 01-07-09. Liberan la venta del antiviral en farmacias y droguerías. Diario La Nación - Sábado 27 de junio de 2009

robertooscarlanda@hotmail.com

Agradecemos al Lic. Roberto Landa su permiso de publicación del artículo en Geoperspectivas.
Lic. Diana Durán

ENLACES

Se podrá conseguir con receta; cómo fue la experiencia en otros países

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lanacion.com Información general Sábado 27 de junio de 2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Martín Ríos

Creo que el artículo no deja lugar a más comentarios y nos permite hacer varias lecturas al respecto.
Cuando ciertas enfermedades afectan a todas las esferas sociales las medidas que se adoptan no son las mismas... No tuve la suerte de ver, por ejemplo, artículos haciendo referencia a las muertes por desnutrición en lo que va del año.
¿Que paso con el Dengue? De alguna manera esta "nueva" gripe tomó protagonismo y llevó a otro plano a nuestro olvidado Mosquito.
Este tipo de fenómenos desvían la atención y de alguna manera ayudan al gobierno a, por ejemplo, que la población se olvide del aumento de precios de gas, luz, canasta familiar, etc, etc, etc.
¿Es tan riesgosa la enfermedad si las medidas se toman posterior a un acto electoral? ¿No deberían sumistrarse gratis barbijos y alcohol en gel?
La rápida expansión de la enfermedad nos demuestra que nuestra clase dirigente no está capacitada para afrontar absolutamente nada, más que guerras mediáticas.
Con que grado de seriedad podemos tomar las cifras ofiales si la inflación del pasado mes es de un 0,3%...

Anónimo dijo...

carolina molina

Mi parecer acerca de esta situación es que se manifiestan en la gente reacciones contradictorias que tienen que ver con un abuso especulativo por parte de algunos, por ejemplo las farmaceúticas citadas en el artículo;la caracterizada falta de responsabilidad y de previsión de las autoridades políticas que prefieren minimizar la situación (como tantas otras veces con otros problemas similares como el dengue)en lugar de hacerce cargo confirmando cifras oficiales y dejando de una vez por todas de mentirnos descaradamente;por otro lado se ve despreocupación por parte de otros por ejemplo todos aquellos que con motivo del día del amigo se aglomeran en el centro de Punta Alta y parecen haber olvidado todas las precauciones para evitar la enfermedad es como si creyeran que el problema es de otros y que no nos va a tocar a nosotros.
Creo que algunas de las medidas que se tomaron fueron también una mezcla de conveniencia y desinformación porque es un poco ilógico que se hayan suspendido las clases y los niños y adolescentes estén haciendo las mismas actividades que hacían antes fuera del ámbito escolar y que los ponen en las mismas o peores condiciones de riesgo que si acudieran a clases.
Lo real es que la gripe no es ni un invento mediático ni una excusa de marketing es un problema que debemos enfrentar sin miedo pero con precaución y que nos involucra a todos independientemente de las clases sociales.

claudia dijo...

como siempre analizamos ...toda problematica tiene actores sociales con diferente ingerencia, pero siempre es beneficiado un pequeño sector en detrimento de un gran caudal de olvidados con un alto grado de vulnerabilidad, y por si esto fuera poco el gobierno y los medios aportan su granito de arena para confundir a la población y no otorgan politicas de salud claras en el momento indicado. bueno tratemos de no alarmarnos y de reflexionar sobre todas las cuestiones que afectan a nuestra nación y que no se divulgan masivamente...y se mira para otro lado.